Tuesday 25 April 2017

SQUAREBACKS.





Balenciaga, SS2017  |  Céline, SS2017  |  Maison Martin Margiela, FW2007  |  Jil Sander, SS2017  |  Jacquemus, SS2017




     La colección presentada por Maison Martin Margiela para la temporada de otoño 2007 fue toda una declaración de intenciones. Varios habían sido los esbozos del creador y su equipo en propuestas anteriores, pero aquélla fue la colección de las espaldas cuadradas por excelencia. Como si de armaduras de quarterback del futuro o de prótesis de unas cyborg de lo más glam se tratase, cada look acentuaba poderosamente los hombros de las modelos, convirtiendo la silueta femenina en algo exageradamente estructurado –y atractivo–. Por supuesto, sentó un precedente.

     Diez años después –número redondo, ni año más, ni año menos; ¡qué caprichosos son los ciclos!–, esta tendencia de aspecto protésico regresa con fuerza. No podía ser otro que Demna Gvasalia, uno de los “niños mimados” del sistema moda de nuestros días, quien abanderase esta tendencia incipiente. Dicen las malas lenguas que su paso por Maison Martin Margiela como diseñador senior entre 2009 y 2012 dejó una impronta indeleble en su savoir faire. Vamos, que los frikis de archivo no dejan de sacar pegas a las colecciones de Vetements –colectivo de creadores cuya cabeza máxima es el diseñador georgiano en cuestión– del estilo «esta idea ya la propuso Margiela allá por…», «este color era el favorito de Margiela en la colección…», «este rollito estético es clavado al Margiela del año…» y un sinfín de marisabidilladas más. 

     Pero, por encima de cualquier dedo directo a la llaga, prevalece la rabiosa frescura con la que Vetements está impregnando el panorama de la moda actual. Desde la marca –como su propio nombre implica– dicen hacer “ropa, sólo ropa”, pero bien podrían haber puesto un ojo en aquellas operaciones quirúrgicas a las que la artista Orlan se sometió en los años noventa para generar esas nuevas protuberancias en sus “prendas, sólo prendas”. 

     No sólo prendas habrá encontrado Demna en los archivos de BALENCIAGA, marca que lidera desde 2016; y, muy seguramente, parte de la raíz de esta idea geométrica se encuentre allí. Cristóbal Balenciaga, “el arquitecto de la alta costura” según Hubert de Givenchy, es el referente perfecto para llevar la antorcha de esta tendencia –aunque lo haga a título póstumo y traducido por un colectivo creador que quizá nada tenga que ver con su visión de la moda; o sí–. 

     Mujeres vestidas con trajes masculinos. Trajes de espaldas cuadriláteras, con poder, propios de un jugador de fútbol americano en una fiesta post-Super Bowl. Trajes hechos para mucho más que revitalizar el ya tan manido power-dressing. Esta primavera veremos boutiques llenas de algo poco habitual en la época del espléndido florecer de la naturaleza hibernante, tan familiarizada con las líneas fluidas y las ansias de relajada libertad estival.








Monday 17 April 2017

I Don't Speak German.









     “I don’t speak German but I can if you like” cantaba Lady Gaga en su tema “Scheiße” antes de ahogarse con un grito gutural de lo más oscuro. Tan oscuro, quizá, como su aplaudido álbum “Born This Way”. Parece, nada más empezar, que nos vamos por los cerros de Úbeda con estas referencias y, como no queremos que algún atento nos haga un “Francisco Umbral”, centrémonos en nuestro ignorante análisis de moda que, para meternos en fregaos musicales, ya habrá momento. Hablábamos de la celebérrima Lady Gaga, ¿a santo de qué? Pues bien, ella misma podría asegurarnos que, ahora, ni habla alemán, ni va a intentarlo siquiera. La cantante lo mandará todo a la “scheiße” –que, por lo visto, significa “mierda”– y tomará la vía directa: esquivar los pesados manuales de gramática alemana enfundándose en la bandera del país.

     El fashion system se lo ha puesto fácil a Gaga. Como si de una conspiración colorística se tratase, Alemania está en el aire, bandera ondeante. Los diseñadores han tintado sus colecciones Pre-Fall y Fall/Winter 2017 con la tríada negro-rojo-amarillo o, mejor y más oficialmente, negro-rojo-oro –ligero matiz que asegura un rasete o un bling-bling en el cóctel germano–.

     Ropa deportiva con sabor a cancha y grava –de la mano de Givenchy x Riccardo Tisci o Tim Coppens–; algo de deportes de invierno con anoraks –de Nº21– o mucho punto –creado por Stella McCartney, J.W.Anderson o Valentino–; pero, sobre todo, los tres colores protagonistas del próximo otoño definen, muy gráficamente, looks que son pura alta velocidad –véase Each x Other o Prada, capturado por el ojo clínico de Phil Oh para VOGUE–.

     Muchos pensarán en patriotismo barato. Otros, en estética insensible, en apropiación. Los más apasionados se lo pondrán todo encima, de pies a cabeza. Pero algo queda claro: sea cual sea la opinión al respecto, habrá que aprender a decir “Ich spreche kein Deutsch” cada vez que nos liemos la bandera al cuerpo (véase: que ni papa de alemán, que todo es cuestión de tendencia).





    1  Tim Coppens, Fall 2017
    2  Givenchy, Pre-Fall 2017
    3  Stella McCartney, Pre-Fall 2017
    4  Milan streetstyle shot by Phil Oh for VOGUE USA
    5  Valentino, Fall 2017
    6  Nicoletta Santoro shot by Phil Oh for VOGUE USA
    7  Nº21, Fall 2017
    8  Each x Other, Pre-Fall 2017
    9  Aalto, Fall 2017
  10  Givenchy, Pre-Fall 2017
  11  J.W.Anderson, Fall 2017

_picture source: Vogue Runway